Kata

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La historia de la verdad.

A mediados de los años 70 comenzó a gestarse la historia de kyokushin en Chile, de la mano de un joven llamado Pedro Pino Avila, quien dejo todo lo que tenía y viajó a Brasil, en pos de un sueño: conocer la última verdad, venida de oriente y convertirse en un Kyokushin.
Su camino no fue fácil, luego de un año de arduo entrenamiento en clases particulares de mañana, tarde y noche en la academia, logró obtener el cinturón negro 1º Dan internacional Kyokushin, así Pedro Pino se convertía en el primer cinturón negro Kyokushin en Sudamérica.

Ya convertido en 1º Dan, el entonces Shodan Pedro Pino trae a Chile el Karate Kyokushin a fines del año 1975. La práctica del estilo comenzó con entrenamiento en su propia casa, en forma privada hasta que el 15 de Enero de 1976 la CODEFAC (organismo dependiente del ministerio de Defensa Nacional) autoriza al Shodan Pedro Pino Avila para impartir clases en todo el territorio nacional.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Historia del Kyokushin en Chile.

Cabe destacar que fue Shihan Pedro Pino, quien dictó las primeras clases de Kokushin en Chile y transmitió intactas las enseñanzas del Maestro Masutatsu Oyama, fundador del estilo cuyos orígenes se encuentran en el lejano Japón. Así la historia de Kyokushin en Chile seguiría escribiéndose de la mano de Shihan Pedro Pino, avalado por el hecho de que el 22 de Abril de 1977 es designado Director para Chile de la Federación internacional de Karate- Do Kyokushinkai-Kan de Japón, y además nombrado instructor jefe de las academias OYAMA, recibiendo el grado de cinturón negro 2° Dan con reconocimiento internacional.

Ya con el título de director otorgado por la matriz oficial, en Tokio, el 14 de Julio de 1979 organizó el "Primer Torneo Nacional de Karate con contacto Kyokushin" en el Liceo Salesianos, evento que contó con el auspicio de un prestigioso matutino. Años después, logra que un seleccionado chileno participe en el primer torneo Sudamericano Kyokushin, realizado el 12 de septiembre de 1981 en el Gimnasio Ibirapuera de Sao Pablo, en Brasil.

En el verano de 1984, los días 21, 23 y 24 de enero, una delegación chilena encabezada por Shihan Pedro Pino, viaja a Japón y participa en el Tercer Mundial abierto de Karate Kyokushin, en Tokio.

A su regreso Shihan continua organizando torneos sudamericanos en nuestro país logrando la participación activa de diversos países del cono sur, así en 1983 organiza el Segundo Torneo Sudamericano Kyokushin y el 26 y 27 de Septiembre de 1987 realiza la cuarta versión del Torneo Sudamericano Kyokushin.

Consolidando a Kyokushin en Chile.
Después de 12 años de arduo trabajo, en el año 1987, Shihan Pedro Pino llega a consolidar, en ese entonces, una de las organizaciones más poderosas de artes marciales en Chile con más de 20 sedes en todo el país.

Una sede en Arica, tres en Iquique, dos en la Serena, una sede en Los Andes, y una en Viña del Mar. Además de dos dojos en Valparaíso. A ellos se suman las sedes de San Fernando, Concepción, Los Ángeles y Valdivia; y los 7 dojos presentes en el gran Santiago, es decir, una cobertura nacional sin precedentes para esos años.

Junto con llevar a la organización a sus más gloriosos días en Chile, Shihan Pedro Pino debería enfrentar una de las más difíciles pruebas en su trayectoria como representante de Kyokushin en Chile: el año 1987, cuando Chile organiza el cuarto torneo sudamericano Kyokushinkai en Santiago, ocurriría un evento que cambiaría el destino de la organización en nuestro país.

Chile demostró un inigualable nivel de organización en el torneo y un excelente desempeño competitivo, acercándose, con serias posibilidades a la copa del primer lugar en el torneo. Esta situación caló una molestia muy grande en Shihan Seiji Isobe y Ademir Costa de Brasil, pues gran parte de los Branch Chief de Sudamérica coincidieron en la destacada participación del representativo chileno y en su excelente desempeño como organizadores, se consideró el mejor sudamericano organizado a esa fecha.

Las razones para el descontento del representativo brasileño y de Seiji Isobe, se basaban principalmente en la diferencia numérica entre el país carioca y el representativo nacional, pues Brasil contaba con más de 5mil alumnos, y Chile sólo con quinientos. Un país pequeño amenazaba con destronar el dominio verde amarillo de Brasil en las competencias sudamericanas. Así en el año 1989, la tensión se sintió con mayor fuerza en el Sudamericano Kyokushin realizado en Uruguay. Fue en ese país donde Chile sufrió, quizás, una de las pruebas más duras en la historia del desarrollo del estilo Kyokushin en nuestro país.

Los seleccionados nacionales Iván Aguilera, Víctor Delano, Marcos Inostroza y Abdon Valdebenito, fueron evidentemente desfavorecidos con el arbitraje, en cada uno de los combates, los que en todos los casos daban como ganador a Brasil. Ante esta situación Shihan Pedro Pino, presentó un reclamo a petición de los atletas chilenos y defendió al representativo chileno ante Shihan Seiji Isobe. Esta acción, termino por generar un quiebre en la organización sudamericana de Kyokushin, en esa oportunidad Seiji Isobe margino a Perú de la organización y cambio al Branch Chief de Bolivia por 2 alumnos del marginado Jorge Delgadillo.

En 1990 comienza el episodio más oscuro de la historia de Kyokushin en Chile, cuando Luis Carrasco, un alumno de Shihan Pino, viaja a Brasil a dar su examen internacional, siendo reprobado en primera instancia. Ante esto, Seiji Isobe condiciona su aprobación a un compromiso, según el cual Carrasco debía formar en Chile una organización paralela a la de Shihan Pino.

La propuesta a este alumno hizo eco en la Sra. Lilian Pierron, cinturón negro 1° Dan y alumna favorecida de Shihan Pino (madrina de la hija menor de Shihan) y en el Sr. Héctor Salinas, quienes, olvidando su entrega personal a cada uno de ellos, deciden dar la espalda a su maestro y ayudados por la matriz de Brasil lo marginan de la organización.

La situación llega a su punto culmine cuando en 1991, el Sr. Héctor Salinas viaja a Brasil a pedido de Lilian Pierron y vuelve como nuevo representante para Chile del estilo, desconociendo la autoridad de Shihan Pedro Pino. Esta acción se ve fortalecida cuando en 1991 este alumno viaja al Mundial del año 1991, utilizando el pasaje que merecidamente le era reservado a Shihan Pino.

La nueva organización estaba liderada por Lilian Pierron, Abdon Valdebenito, Marcos Inostroza, todos ellos cinturones negros, alumnos de Shihan Pedro Pino, quienes le dieron la espalda a su maestro, guiados por la ambición y el poder, desentendiendo absolutamente uno de los principales preceptos de un guerrero samurái: obediencia y respeto a su maestro y especialmente cuidarlo de los ataques arteros de los cuales puede ser objeto.

Muere el Maestro Oyama.
En medio de estos hechos y de manera inesperada, en el año de 1994, muere el maestro Masutatsu Oyama a la edad de 74 años. Kancho Oyama nunca supo la verdad de lo ocurrido en Chile y del porqué se margino a Shihan Pedro Pino de la Organización.

Tras su deceso asume la dirección de la organización Internacional Kyokushinkai, Shokei Matsui. A partir de ese año, en el mundo comienzan a producirse quiebres muy parecidos a los ocurridos en Chile. Mientras tanto Shihan Pedro Pino no estaba solo. A su lado existían todavía algunos cinturones negros leales, que no vieron con agrado lo que había sucedido, estos fueron Sensei Italo Remedy, Sensei Manuel Villaroel, los shindoi Luis Cáceres, Mario Gaete, posteriormente dándose cuenta del camino que estaba tomando la organización se suman Francisco Cornejo, Freddy Quezada, Jaime Quezada y Gino Contreras. Todos ellos apoyaron a Shihan en esos duros momentos.

A nivel internacional Shihan Steven Arneil 8° Dan Kyokushin, quien fuera mano derecha del maestro Masutatsu Oyama, se separa de la organización liderada, en ese entonces, por Shokei Matsui. Arneil atribuyó su retiro a los manejos que ocurrían en la matriz de Japón y a nivel internacional y se decidió a formar la International Karate Federation, de la cual Shihan Pedro Pino formó parte por algunos años.

El testamento de Mas Oyama.
Pasado sólo tres días de la muerte del maestro Oyama, en el año de 1994, durante sus funerales se presenta un testamento de emergencia en el que supuestamente, el maestro designaba a Shokei Matsui como Kancho de la organización Kyokushin. Pero este testamento constaba de muchos errores. Era desconocido para las hijas del maestro Oyama y además, como demostró una posterior investigación, el mismo día de la muerte del maestro Oyama, Shokei Matsui efectuó indagaciones acerca de la fundación Kyokushin en el ministerio de educación de Japón.
Este testamento de emergencia fue sometido a aprobación judicial ante la corte de Familia de Tokio, (1994 KA N°5615 / N°14446), la cual declara, el 31 de Marzo de 1995 en el dictamen N°1995 RA N°420, que dicho documento es INVALIDO de acuerdo a la Ley civil japonesa, párrafo 974, número 3. El dictamen invalida el hecho de que los beneficiarios del testamento hubiesen sido testigos de éste, y establece la imposibilidad de que éste sea el verdadero deseo del Maestro Oyama. Este fallo fue apelado por el grupo de Matsui y nuevamente la corte de Tokyo en su resolución del 16 de octubre de 1996, declara RECHAZADA la apelación de Shokei Matsui y ratifica el fallo de la corte familiar japonesa N° RA N° 420 donde se declara INVÁLIDO el testamento de emergencia.

Finalmente el grupo de Matsui, somete ante la corte Superior de Tokio, la apelación al fallo del 16 de Octubre de 1996, la cual emite su resolución el 17 de Marzo de 1997 caso N°(UK)8 de 1997: "la apelación es rechazada, sobre la base del Articulo 419-2, del código de procedimiento civil y se condena al pago de los costos de la apelación al apelante (grupo Matsui)" De todo lo anterior se puede concluir, inequívocamente que el testamento que declara al señor Shokei Matsui, "sucesor de Mas Oyama", no es válido, lo que lo imposibilita a nombrarse Kancho(Presidente) de la International Karate Organization, KYOKUSHINKAIKAN.

Así en Abril de 1995 se hace justicia al honor de Shihan Pedro Pino Ávila y a la paz del Maestro Oyama en carta con fecha 5 de Abril de 1995. En ella los Branch Chief de Japón deciden expulsar, por todo lo anterior, a Shokei Matsui de la organización internacional Kyokushin (Carta Adjunta), y además Shihan Keiji Sampei decide corregir la injusticia realizada en Chile y en Sudamérica en contra de Shihan Pedro Pino, quien es reincorporado con todos los honores a la organización internacional Kyokushin.

Hoy en día.
Junto con la expulsión de la organización de Shokei Matsui, Shihan Seiji Isobe, del Brasil, se margino de la I.K.O. y se adhirió a una organización Kyokushin, fundada por Matsui, paralela a la del Maestro Oyama, bajo la cual quedaron Abdon Valdevenito, Lilian Pierron, Marcos Inostroza entre otros.

Hoy estas personas siguen haciendo uso de las marcas y nombre de Kyokushin en Chile, patrimonios moral y legalmente ganados con esfuerzo y abnegación por Shihan Pedro Pino. Esta acción ilegal de usurpación del derecho que asiste a nuestro maestro, crea confusión y lleva a engaño a alumnos e instituciones, ya que se presentan como exponentes de un estilo que en esencia y espíritu no representan, y al que no tienen derechos legales de usufructo.

El uso, por parte de este grupo, de las marcas y nombres de Kyokushin cae dentro de la ilegalidad dentro de las leyes nacionales, como lo han demostrado los fallos del registro de marcas sobre esta causa y que posteriormente ratificaran los Tribunales de Justicia.

Hoy corren otros tiempos en la organización nacional Kyokushin, con nuevas ideas, nuevos proyectos y por sobre todo con valores que sustentan el buen desarrollo de la organización, tales como la lealtad y la honestidad.

Nuestra lealtad constituye un importante indicio de la clase de persona que hemos escogido ser, señalan cierta constancia o tesón en nuestro apego por las personas, grupos, instituciones o ideales con los que hemos decidido identificarnos.

La lealtad es como el coraje, pues se manifiesta con mayor claridad cuando existe dificultad o adversidad, la verdadera lealtad sobrevive a los contratiempos, resiste la tentación y no se acobarda ante los ataques. La confianza que nace de una lealtad genuina impregna nuestra vida entera por siempre.

Declaración de Shihan Pedro Pino.
Presidente para Chile Organización internacional Kyokushin
Lo sucedido estos años no es más que el ejemplo de lo que el oportunismo y ambición puede hacer a una persona, esta ambición mueve los cimientos más sólidos de una amistad y de la confianza. Alumnos que me juraron lealtad en cada entrenamiento, en cada campeonato y en cada etapa de su desarrollo vieron nublada su visión y desviaron su accionar por este oportunismo y la ambición que la mueve.

Hoy estamos en otra era, con verdaderos discípulos, leales a su maestro y a su organización. Profesionales dispuestos a dar todo porque la organización crezca y recupere el lugar que nunca debió haber perdido por la ambición de unos pocos.

Así, con la misma fuerza que me permitió esperar pacientemente que los hechos tomaran su curso normal tanto en Chile como en el extranjero, juro por Dios y por mis hijos que son lo que más quiero en esta vida, que seguiré luchando por lo que es mío, por derecho y por ley, esto es: el registro de las marcas del estilo Kyokushinkai.

Pedro Pino Ávila.
7° Dan internacional Kyokushin

Chile Honbu

2 comentarios:

  1. OSU GUARDO MUY GRATOS RECUERDOS DE MI PASO POR LA ACADEMIA OYAMA DE SANTIAGO,DONDE CONOCI AL MAESTRO PEDRO PINO A.ACADEMIA DONDE CONOCI EL KYOKUSHIN KARATÉ,PARA MI EL MEJOR ARTE Y ESTILO DE KARATE.OSU.SALUDOS RESPETUOSOS MAESTRO PINO.OSU.

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  2. Falta algo que ahí no sale, en el.año 1992 Más Oyama expulsa a Pedro Pino de la organización, y nombra a Isobe en Brasil con plenas facultades para designar a las nuevas autoridades.

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